La vivencia de una estudiante: Reflexión realizada para el portafolio final de la clase de literatura y lengua de la Prof. Martiza Álvarez


¿Cómo me sitúo frente a mi aprendizaje? ¿Soy autónoma? ¿Cómo lo sé?

Vanessa Estrella, 11mo grado

Llegué al undécimo grado predispuesta, con una mentalidad de que sería un año difícil y atareado. Al comenzar a transcurrir el año escolar me di cuenta que, sin duda, este grado requiere más compromiso y responsabilidad que los anteriores. Por lo tanto, he tenido que asumir una actitud responsable dentro y fuera del aula.

Al final del semestre, admito que estaba un poco estropeada por la cantidad de trabajos, proyectos, y exámenes que teníamos, por lo tanto creo que no di el 100% en el último mes. Sin embargo, sí he aprendido a manejar mi tiempo para poder asumir mis responsabilidades, y adelantar los trabajos que se puedan comenzar, para que al final no se junten una mayor cantidad de tareas. Tal como se dice: “No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy”, es en lo que más me he enfocado en este semestre escolar.

También me he dado cuenta de que el momento de estudiar no es el día antes de un examen, pues es muy poco el tiempo para lo que se enseñó durante un determinado período. Al contrario, se estudia en la casa cada día lo que se ha aprendido, para que el día antes del examen sólo haya que repasar y refrescar la memoria. Esto es muy importante cuando haya mucho contenido por estudiar, ya que disminuye mi nivel de estrés en un examen y aumenta mi confianza al desarrollarlo.

Lo que más aprecio es haber adoptado este año un hábito de lectura frecuente. Antes solía leer solamente en las vacaciones, que era el único momento en que encontraba tiempo, pero cuando terminé de leer La Breve y Maravillosa vida de Oscar Wao, de Junot Díaz, noté que hay muchos momentos factibles para la lectura y ya he leído 4 libros en este año escolar: Unforgettable, de Cecily von Ziegesar, Twilight y New Moon de Stephenie Meyer, y Let’s get lost de Sarra Manning.

Otro aspecto que se ha desarrollado este semestre son los trabajos grupales. Esto me ha ayudado a saber repartir responsabilidades equitativamente y a hacer el mejor trabajo posible para no defraudarme a mí misma, ni a los demás compañeros de un grupo que cuentan con un buen trabajo. Esto se practica en cada clase, y es muy útil tanto para la universidad para la vida real.

La clase de literatura me ha inculcado la práctica de tomar notas en la clase. Estaba acostumbrada a las clases en las cuales se copia de la pizarra, se hacen prácticas y tareas de las cuáles se estudiarán luego. Sin embargo, en la clase de literatura hay que estar atento a las exposiciones, comentarios, y datos proporcionados por la profesora y los estudiantes, ya que a partir de lo que escuchemos y comprendamos, anotaremos lo importante para estudiar de nuestras propias observaciones.

En lo transcurrido del undécimo grado, creo que me he independizado más, ya que los trabajos son más extensos y requieren un mayor pensamiento sistemático. Por lo tanto, estoy aprendiendo a razonar más antes de preguntar; porque puede que yo misma pueda encontrar la respuesta.

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